¡¡¡Grande Pepe Lucho!!!

Por Satelito

En Argentina hay pasión por la camiseta y los hinchas lo hacen ver. Aún no olvidamos el enervado "Chileno renunciá... chileno renunciá..." con que la hinchada riverplatense despidió a Manuel Pellegrini tras una derrota ante el enconado rival, Boca Juniors. En aquella oportunidad hasta algunos dirigentes encendieron la hoguera dejando entrar a sus fanáticos hasta los mismos túneles de acceso que, como sabrán quienes han tenido la suerte de llegar al coloso de Nuñez, es un sitio inaccesible para quien no lleve una acreditación colgada del cuello. Esa vez, a pesar de sumar un título con la camiseta millonaria, el ingeniero debió sufrir la furia indomable de los fanáticos que no soportaron caer humillados ante el enemigo eterno.

Porque ganar un clásico al otro lado de la cordillera es similar a conseguir un campeonato y para quienes tiene la suerte de ser protagonistas de tal hazaña significa pasar al anecdotario histórico de un club. De eso puede dar fe Marcelo Salas que con un gol a Boca en la mismísima Bombonera comenzó a escribir sus páginas de oro en el fútbol trasandino.

Ayer terminaba la competencia de verano que tradicionalmente se juega en localidades al interior del país vecino. Se lleva el principal espectáculo a las ciudades dónde no se ve fútbol durante el año (lección que podríamos aprender por estos lados), lugar dónde están los turistas y contando con la participación de los equipos llamados "grandes".

Hubo chilenos en el mini torneo ganado para variar por Boca Juniors. Cristián Álvarez participó del elenco que, nominativamente considerado reserva le pasó la aplanadora al xeneise de Basile tras un primer choque con resultado en contra. También Milovan Mirosevic pudo alternar en el primer equipo de Racing demostrando ayer, frente a Independiente que está con hambre de ser pieza fundamental en la escuadra de Teté Farías.

Pero lo de José Luis Villanueva no tiene parangón. El ex cruzado ha tenido en tierras argentinas una trayectoria similar a la que vivió en nuestras canchas. De jugador desechado a titular indiscutido y ovacionado. El delantero, que alguna vez fue ignorado por Palestino debió transitar por Ovalle y Temuco para volver a consagrarse en la tienda de colonia. De ahí a triunfar en el verde césped de San Carlos de Apoquindo.

En Avellaneda no la tuvo fácil. Comenzó entrenando en el plantel de Guillermo Rivarola sin oportunidad de frecuentar la escuadra titular. Pero el nuevo entrenador le dio cabida, lo sacó del letargo y lo mandó a jugar sus primeras fichas en un clásico frente a San Lorenzo. "Pepe Lucho" perdió un penal. Como para pensar en su debut y despedida. Pero a los pocos minutos se sacó la mufa 'vacunando' con un gol de enorme factura. De ahí en adelante, goles y elogios hasta fin de temporada.

Lo de anoche fue sustantivo. Había hambre de revancha en el camarín de "La Academia". Independiente les había dado un baile en el último enfrentamiento, con una goleada marcada por el debut de la vedette del fútbol argentino, el adolescente Sergio Agüero. Contra ese mismo equipo ofensivo dirigido por Julio César Falcioni y con sus figuras aún más consolidadadas jugó anoche el Racing de Villanueva.

El chileno estuvo activo, participó junto al "Milo" en el empate transitorio, anotó un gol válido injustamente anulado y dio el golpe a la cátedra en el minuto final. Con el certero y artístico cabezazo que batió a Ustari, Villanueva no sólo se consagró la figura del partido para el influyente panel que transmitió el match ni le dio el dulce sabor de la venganza a su parcialidad. Su mayor logro fue recibirse de ídolo en un cuadro tradicional dónde ser figura no es tema menor ni nada fácil de conseguir.

Desde ahora, cuando el chileno entre a un campo de juego contará por largo rato con la incondicionalidad manifiesta de una hinchada que te puede catapultar al Olimpo o te puede emansillar la carrera para siempre.

José Luis Villanueva está viviendo su minuto de gloria y bien merecido que lo tiene. Por no claudicar, por ser hijo del rigor hasta conseguir el triunfo. Por dictar la pauta de cómo se debe mentalizar el futbolista chileno. No le hemos ganado a nadie, es cierto. Pero a punta de trabajo y sudor se pueden lograr éxitos inconmensurables. Esa es la lección. ¡Qué notable! En buena hora, "Pepe Lucho"...